- Pérez de Castro contribuyó decisivamente a dos de los pilares de la Constitución de 1812: el principio de la soberanía nacional y el reconocimiento del derecho a la libertad de imprenta.
Evaristo Pérez de Castro y Colomera nació en Valladolid en 1771 y era hijo de Pedro Antonio Pérez de Castro y María Colomera. La familia gozaba de una buena posición social por los cargos desempeñados por su padre como secretario de la Suprema Junta de Caballería y del Consejo de Su Majestad, lo que le permitió realizar sus estudios universitarios en Alcalá de Henares. En 1796, contando 25 años, conseguía la titulación de "Joven de Lenguas" en la ciudad de Berlín, pasando a ejercer dos años después el cargo de Oficial en la embajada española en Viena y poco más tarde la oficialía mayor en la Secretaría de Estado.
Se iniciaba así una fructífera carrera política en unos años convulsos para España, marcados por la invasión napoleónica de la península, la Guerra de la Independencia y los inciertos gobiernos que se sucedieron.
Después de ocupar en 1800 el puesto de secretario en la Encargaduría de Negocios de Lisboa, durante la estancia de Napoleón en España fue enviado a Madrid por Fernando VII para llevar a cabo una misión secreta ante la Junta de Gobierno que por entonces presidía Murat. Allí permaneció hasta que el 17 de enero de 1809 marchó a Sevilla, donde la Junta Central le nombró Encargado de Negocios en Lisboa, cuyo cometido, como enviado extraordinario, fue el gestionar la predisposición de Portugal para luchar aliada con España contra las tropas napoleónicas, labor en la que estuvo ocupado durante algunos meses de 1809 y 1810, hasta que la junta de gobierno le comisionó para que se entrevistara en Bayona con el rey Fernando VII, cautivo de Napoleón en aquella ciudad.
Evaristo Pérez de Castro fue elegido diputado suplente por la provincia de Valladolid el 21 de septiembre de 1810. Como secretario de las Cortes de Cádiz y de la Comisión Constitucional desempeñó un puesto destacado como redactor y firmante de la Constitución de 1812, la Pepa, que tras una serie de sesiones en el improvisado oratorio gaditano de San Felipe Neri fue proclamada públicamente el 19 de marzo de 1812 a las puertas de aquel lugar, como ilustra la monumental pintura sobre lienzo titulada "Promulgación de la Constitución de Cádiz", que fue realizada entre 1910 y 1912 por el pintor Salvador Viniegra y que actualmente ocupa una de las salas del Museo de las Cortes de Cádiz, inaugurado el 5 de octubre de 1912 con motivo del primer Centenario de las Cortes y de la Constitución de Cádiz.
Pérez de Castro se movió toda su vida en los aledaños del poder, llegando incluso a la Presidencia del Gobierno, cargo que ocupó año y medio 1838 y 1840. Como tantos españoles del turbulento siglo XIX, se vio obligado a exiliarse cuando triunfaron opciones políticas que no eran las suyas, en concreto cuando Baldomero Espartero fue proclamado regente. Regresó en 1843. Murió en Madrid en 1848.
Igualmente conviene recordar su apoyo, como primer Secretario de las Cortes de Cádiz, al decreto de Argüelles sobre la libertad de imprenta en España.